Formas prácticas de ahorrar más cada día
¿Quieres saber el secreto para gastar mejor?
Mucha gente tiene problemas con el presupuesto y el ahorro porque espera poder alcanzar grandes objetivos en unas pocas semanas de ahorro. Cuando quieres tener suficiente dinero para irte de vacaciones con tu familia el año que viene, puede ser un poco desalentador ver que solo ahorras un par de libras renunciando a tu café diario o cambiando de marca de mantequilla.
Sin embargo, lo cierto es que los grandes ahorros proceden de pequeños cambios en los hábitos cotidianos. Aunque los pequeños ahorros no parezcan gran cosa al principio, se acumulan rápidamente con el tiempo. He aquí algunas formas prácticas de empezar a ahorrar más cada día.
1. Dejar de comprar por impulso
Las compras impulsivas son la perdición del gastador frugal. Si quieres asegurarte de que sacas el máximo partido a tu dinero, no puedes permitirte seguir siendo víctima de la tentación. Por desgracia, cuando es demasiado fácil añadir algo extra a la cesta de la compra y pagarlo con la tarjeta de crédito, es difícil decirse a sí mismo «no». Una buena forma de eliminar las compras impulsivas es centrarse en gastar sólo en efectivo.
Retira la cantidad exacta de dinero que necesitas para ir de compras y deja las tarjetas de crédito y débito en casa. Si decides que tienes que comprar algo, tendrás que volver a casa a por tu tarjeta, lo que te dará más tiempo para pensar.
2. Pruebe algo más barato
Si decide que necesita algo y, después de 72 horas de pensarlo, sigue queriendo hacer la compra, considere la posibilidad de buscar un sustituto ligeramente más barato en otro lugar. Es muy probable que pueda encontrar una solución mejor para sus necesidades con sólo dedicar diez minutos a buscar en Internet. Conseguir un precio más barato puede ser tan sencillo como elegir una marca diferente o utilizar un código de descuento.
Mejorar sus hábitos de gasto no tiene por qué significar renunciar a todo lo que le gusta. A veces, se trata simplemente de encontrar un sustituto que te ayude a mantener los costes lo más bajos posible, al tiempo que te aseguras de seguir obteniendo lo que quieres.
3. Conduce menos
Tener tu propio coche es increíblemente cómodo. Con un coche, puedes ir a donde quieras tan rápido como quieras, sin tener que preocuparte de cosas como los horarios del transporte público. Por desgracia, los vehículos también son increíblemente caros. Para reducir al mínimo los costes de tener un coche, asegúrate de que sólo vas a ir a algún sitio cuando lo necesites.
En otras palabras, si puedes ir andando a la tienda más cercana a tu casa, hazlo en lugar de acelerar el motor. Otra buena idea es pedir a la gente del trabajo que contribuya a compartir el coche, de modo que todos podáis gastar un poco menos en gasolina cada mes.
4. Comparar los precios de los préstamos
A veces, por muy cuidadoso que sea con sus gastos, seguirá necesitando una pequeña ayuda extra para comprar algo importante. Tanto si necesitas un préstamo personal para pagar una reforma de tu casa como si necesitas un préstamo para comprar un vehículo nuevo, asegúrate de que consigues la oferta más adecuada para ti.
Al igual que hoy puedes comparar tus gastos de energía y otros costes online, también puedes comparar los costes de los préstamos. Entra en un sitio web de comparación como Readies.co.uk y busca una solución con la TAE más baja. Acuérdate de buscar ofertas similares para asegurarte de que obtienes las mismas condiciones con cada opción de préstamo.
5. Evite sus desencadenantes
¿Te has dado cuenta de que hay cosas a las que te cuesta más decir que no que a otras? Para algunas personas, puede ser prácticamente imposible ignorar una venta de ropa. Para otras, la mayor amenaza puede ser la tentación de pedir una pizza cuando estás demasiado cansado para cocinar.
Averigua cuáles son tus factores desencadenantes y busca formas de evitarlos. Por ejemplo, si pide continuamente comida en lugar de prepararla usted mismo, intente preparar previamente sus comidas y ponerlas en el congelador, de modo que lo único que tenga que hacer sea calentar la comida que quiera comer más tarde. Esto no sólo reducirá el riesgo de gastar de más en las comidas fuera de casa, sino que también podría significar que empiece a comer mucho más sano. Para mejorar tus posibilidades de éxito, asegúrate de buscar recetas que realmente te apetezca comer.